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jueves, 17 de febrero de 2011

Santa Cecilia Patrona de la Musica



Santa Cecilia por Guido Reni (1606)
Santa Cecilia
Para otros usos del nombre "Santa Cecilia", véase Santa Cecilia (Desambiguación)
Santa Cecilia es virgen y mártir de la Iglesia Católica y es la patrona de la música. Su día de fiesta es el 22 de noviembre.

Antecedentes

El documento "Martyrologium Hieronymianum" ("Martirología de Jeremías"), una compilación de mártires del medioevo escrita probablemente en el siglo 6, indica que la fiesta a Santa Cecilia ya era reconocida en la Iglesia romana en el siglo cuarto.

Leyenda

Dice la historia que Cecilia consagró su virginidad a Dios. Sus padres la comprometieron en matrimonio con un jóven llamado Valeriano y el día de su boda, mientras los músicos tocaban, ella cantaba a Dios en su corazón. Cecilia le dijo a Valeriano que ella habia hecho un voto de virginidad y lo convenció a convertirse y bautizarse en el cristianismo. El hermano de Valeriano, Tiburcio, también se bautizó. Valeriano y Tiburcio se dedicaron a sepultar los cadáveres de cristianos. Fueron arrestados y condenados a muerte por negarse adorar otros dioses y defender su fe en Cristo. En seguida la policía arrestó a Cecilia y le exigió que renunciara a la religión de Cristo. Ella declaró que prefería la muerte antes que renegar de la verdadera religión. Mientras la torturaban, ella cantaba. Como el martirio no funcionaba, le cortaron la cabeza.

Historia

La leyenda de Cecilia data aproximadamente de fines del siglo V, pero no se puede considerar como verídica ni fundada en documentos auténticos. Si se sabe con certeza que San Valeriano y San Tiburcio fueron realmente martirizados, que fueron sepultados en el cementerio de Pretextato y que su fiesta se celebraba el 14 de abril. La razón original del culto de Santa Cecilia fue que estaba sepultada en un sitio de honor por haber fundado una iglesia, el "titulus Caeciliae". Por lo demás, no se sabe exactamente cuándo vivió, ya que los especialistas sitúan su martirio entre el año 177 y la mitad del siglo IV.
El Papa San Pascual I (817-824) trasladó las reliquias de Santa Cecilia, junto con las de los santos Tiburcio, Valeriano y Máximo, a la Iglesia de Santa Cecilia en Transtévere. Las reliquias de la santa habían sido descubiertas, gracias a un sueño, no en el cementerio de Calixto, sino en el cementerio de Pretextato. En 1599, el cardenal Sfondrati restauró la iglesia en honor a la Santa en Transtévere y volvió a enterrar las reliquias de los cuatro mártires. Según se dice, el cuerpo de Santa Cecilia estaba incorrupto y entero, por más que el Papa Pascual había separado la cabeza del cuerpo, ya que, entre los años 847 y 855, la cabeza de Santa Cecilia formaba parte de las reliquias de los Cuatro Santos Coronados.
Estatua de Santa Cecilia en Trastevere
Estatua de Santa Cecilia en Trastevere
La Iglesia Santa Cecilia en Trastevere, Roma, conserva una estatua de mármol de la santa del escultor Carlo Maderno. Se cuenta que, en 1599, se permitió ver el cuerpo de Santa Cecilia al escultor Maderno, quien esculpió una estatua de tamaño natural, muy real y conmovedora. "No estaba de espaldas como un cadáver en la tumba," dijo más tarde el artista, sino recostada del lado derecho, como si estuviese en la cama, con las piernas un poco encogidas, en la actitud de una persona que duerme." La estatua se halla bajo el altar próximo al sitio en el que se había sepultado nuevamente el cuerpo en un féretro de plata. Sobre el pedestal de la estatua el escultor puso la siguiente inscripción: "He aquí a Cecilia, virgen, a quien yo vi incorrupta en el sepulcro. Esculpí para vosotros, en mármol, esta imagen de la santa en la postura en que la vi."
Sobre la incorruptibilidad del cuerpo de la Santa, el Cardenal Baronio, historiador y cardenal italiano[1], fue testigo ocular directo del prodigio. Sus palabras, descritas como llenas de emoción, santo asombro y sincera piedad, no dejan lugar a dudas sobre el hecho:
"Yo vi el arca, que se encerró en el sarcófago de mármol y dentro, el cuerpo venerable de Cecilia. A sus pies estaban los paños empapados en sangre, y aún podía distinguirse el color verde del vestido, tejido en seda y oro, a pesar de los destrozos que el tiempo había hecho en él. Podía verse, con admiración, que este cuerpo no estaba extendido como los de los muertos en sus tumbas. Estaba la castísima virgen recostada sobre el lado derecho, unidas sus rodillas con modestia, ofreciendo el aspecto de alguien que duerme, e inspirando tal respeto, que nadie se atrevió a levantar la túnica que cubría el cuerpo virginal. Sus brazos estaban extendidos en la dirección del cuerpo, y el rostro un poco inclinado hacia la tierra, como si quisiese guardar el secreto del último suspiro. Sentíamonos todos poseídos de una veneración inefable, y nos parecía como si el esposo vigilase el sueño de su esposa, repitiendo las palabras del Cantar: “No despertéis a la amada hasta que ella quiera".[2]
Sin embargo, algunos autores opinan que no existen pruebas suficientes de que se haya encontrado entero el cuerpo de la santa en la forma en que lo esculpió Maderno. En efecto, existen contradicciones en los relatos del descubrimiento que dejaron Baronio y Bosio, contemporáneos de los hechos. Por otra parte, en el período inmediatamente posterior a las persecuciones no se hace mención de ninguna mártir romana llamada, Cecilia. Su nombre no figura en los poemas de Dámaso y Prudencio, ni en los escritos de Jerónimo y Ambrosio, ni en la "Depositio Martyrum" (siglo IV). Finalmente, la iglesia que se llamó más tarde "titulus Sanctae Caeciliae" se llamaba originalmente "títulus Caecilia", es decir, fundada por una dama llamada Cecilia.

Santa Cecilia y la música

Ya desde el siglo XIV o XV se representaba a Santa Cecilia en la pintura y las artes con un instrumento musical (generalmente un órgano), acercándola así más a la música. Cuando en 1585 se fundó la Academia de la Música en Roma, Santa Cecilia fué declarada patrona de esa institución. Así, su veneración como patrona de la música se volvió universal.
"el que canta  reza dos veces"
(san agutin)





Coro de Niños y Adolescentes “Santa Lucia”

EN LA POSTRERA CENA.














En la postrera Cena,

antes de su Pasión,

dijo el Señor las frases

de la consagración.




“Tomad, éste es mi Cuerpo,

ésta mi Sangre es,

que por el mundo entrego”.

¡Misterio de la fe!



Después hacia el Calvario

para morir marchó

y en una Cruz clavado

su Sangre derramó.


Católicos hermanos,

sedientos de su amor,

en su memoria hagamos

lo que El nos ordenó.


Comamos de su Carne


que es Pan de eternidad,


bebamos en su Sangre
   
la Vida celestial.













martes, 15 de febrero de 2011

María (madre de Jesús)


María (madre de Jesús)
Mary16thC.jpg
María de Nazaret, la Madre de Jesús.
Theotokos ("Madre de Dios")
Bienaventurada Virgen María

Santa María
Se la contempla en todos los momentos de su vida mortal y pidiendo su intercesión sobre una localidad o cosa concreta, con numerosos títulos adaptados a tal fin.
Nacimiento Fecha desconocida; se celebra el 8 de septiembre. Si Jesucristo nació en el 7 a. C., ella habría nacido entre el 30 y el 20 a. C. Lugar desconocido, suele citarse Seforis, aunque existen muchas tradiciones.
Fallecimiento Fecha desconocida; se celebra el 15 de agosto, ver Asunción de María
Jerusalén, o Éfeso, según diversas tradiciones.
Festividad
Atributos Variada: anagrama con M y A.; azucena; corona de doce estrellas; Luna a sus pies; Rosario; Rosa; vestidos blanco y azul; Niño Jesús en sus brazos
Patronazgo María, ya sea con su nombre o con el nombre de alguna de sus advocaciones, es patrona de distintos países y ciudades del mundo. Para los católicos, en su advocación de Nuestra Señora de Lourdes, es patrona de los enfermos.
María (en arameo מרים Mariam ) es el nombre que se usa en los evangelios para referirse a la madre de Jesús de Nazaret. Para los cristianos católicos, ortodoxos, coptos, anglicanos y otros grupos cristianos orientales, son más usadas las expresiones «Santísima Virgen María», «Virgen María» y «Madre de Dios». En el Islam se usa el nombre árabe Maryam.

Contenido

El nombre de María

Para los hebreos el nombre no era un simple apelativo, estaba íntimamente ligado a la persona, por ello usaban nombres que describirían la personalidad, el carácter, así es muy usada la expresión "su nombre será tal" cuando se quería designar una misión o carácter especial al niño por nacer.
María es un nombre conocido en el Tanaj o Antiguo Testamento por haber sido nombre de la hermana de Moisés y Aarón, originalmente escrito como Miryām, la versión de los Setenta lo menciona como Mariámarameo, que se hablaba en Palestina antes del nacimiento de Cristo. Al igual que con los nombres de Moisés y Aarón, que fueron tomados con sumo respeto, el de María no se usó más como nombre común, pero la actitud cambió con el tiempo y fueron puestos como señal de esperanza por la era mesiánica. En el texto griego del Nuevo Testamento, en la versión de los Setenta, el nombre usado era Mariám María sería probablemente la forma helenizada de la palabra. (Mαριαμ), el cambio en la primera vocal señala tal vez la pronunciación corriente, la del
Aunque en la Edad Media se le buscó significados más piadosos que exactos, bajo los actuales descubrimientos arqueológicos, "Alteza" o "Ensalzada" son los significados más cercanos al nombre de origen hebreo.
María es asimismo conocida como "Estrella de los Mares" o "Estrella del Mar" (Stella Maris). Dicho nombre procede de la interpretación de un pasaje del Antiguo Testamento, del primer libro de los Reyes 18:41-45.

Vida

María madre de Jesús. Carlo Dolci.
María es mencionada por su nombre por primera vez al escribirse el evangelio más antiguo, el evangelio según san Marcos, pero de forma tangencial.En el evangelio según san Mateo se la menciona con motivo de la narración de la concepción milagrosa de Jesús y de su nacimiento y huida a Egipto.
Aquí el evangelista menciona que es María aquella de quien habló el profeta Isaías al decir: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que traducido significa: "Dios con nosotros". El evangelio según san Lucas es el que más datos da sobre María, al desarrollar con más detalle los temas de la infancia de Jesús, algunos de los cuales se amplían más abajo: la Anunciación, la Visita a Isabel, el Nacimiento de Jesús, la Presentación de Jesús en el Templo (aquí el anciano Simeón le profetiza: a ti misma una espada te atravesará el corazón, aludiendo al dolor de María durante la Pasión de su Hijo) y la pérdida de Jesús y su hallazgo en el templo. También es san Lucas quien dice que María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón.En el evangelio según san Juan, Jesús hace su primer milagro a pedido de ella, en Caná. Y en la cruz, la entrega como madre a san Juan mismo, y san Juan es entregado a María como hijo. La teología católica y ortodoxa destaca, a raíz del milagro de Caná, la eficacia de la intercesión de María ante su Hijo; y en la entrega al pie de la cruz, la proclamación simbólica de María como Madre de la Iglesia, es decir, de todos los cristianos, figurados en la persona de Juan. También se le menciona en los Hechos de los Apóstoles como miembro destacado de la comunidad cristiana primitiva.

Padres y familia

Sobre sus padres, el catolicismo romano ha tomado los nombres de Joaquín y Ana como los de sus progenitores, tomados del Protoevangelio de Santiago, uno de los evangelios apócrifos más famosos y tomado como referencia para muchos datos piadosos sobre la vida de la Virgen María.
No se tiene seguridad de si María tuvo hermanas. Aunque algunos toman por ciertos datos del evangelio de San Juan y San Mateo quienes mencionan a una "hermana de su madre", la cual sería María de Cleofás, Hegesipo menciona a esta María como esposa de Cleofás, hermano de José y por tanto cuñada de María. [Un matrimonio hebreo no colocaría el mismo nombre a dos de sus hijas carnales].
En el Nuevo Testamento, aunque en algunos pasajes se habla de hermanos de Jesús sólo dice que María es la madre de Jesús. El catolicismo, la religión ortodoxa y la confesión Copta, basadas en el uso del lenguaje hebreo de aquella época y en la tradición eclesial, interpretan este término como parientes, y declara que María permaneció siempre virgen. La mayoría de las confesiones protestantes (con excepciones como los luteranos y la Comunidad anglicana), por su parte, dicen que María, después de la concepción virginal, tuvo otros hijos.
Los que afirman que María tuvo otros hijos, basan su argumentación en la interpretación literal de los textos bíblicos en los que se habla expresamente de hermanos de Jesús. En el idioma arameo así también en el hebreo no existe un término para indicar primo o un familiar cercano. Los Setentas, al traducir la Biblia hebraica al griego, cada vez que encuentran el término hermano, usan el término adelfos para indicar parientes incluso no muy cercanos. Así se comprende entonces que Asaía tuviera “doscientos veinte hermanos” (1ª Cró 15:6 –ver también Gén. 11:27; 12:5 y comparar con Gén. 13:8; 14:14,16).
En el griego Koiné, griego coloquial de la época en que fueron escritos los Evangelios, si bien existía el término anepsios para indicar primos, no implica que su uso estuviera generalizado entre los hebreos.

] Matrimonio de María

Los evangelios hacen aparecer a María cuando narran la concepción de Jesús. Según lo que narran se puede ver que María en ese momento era prometida de José de Nazaret, quien era carpintero. Los relatos evangélicos se inician después de los desposorios de María con San José. El evangelio según san Lucasconcepción e infancia de Jesús. Es en Lucas también donde es llamada "muy favorecida", "bendita entre todas las mujeres", "madre del Señor". El apelativo "muy favorecida", frecuente en las traducciones prostestantes, se traduce en las biblias católicas en general como "llena de gracia" (siguiendo el "gratia plena" de la Vulgata). La Biblia de Jerusalén apunta en la glosa del evangelio según san Lucas 1,28 que este saludo en forma literal significa: "tú que has estado y sigues estando llena del favor divino". dedica dos capítulos a la
Según la tradición judía de aquel momento, los jóvenes varones se desposaban entre los dieciocho y veinticuatro años, mientras que las jóvenes mujeres a partir de los doce años eran consideradas doncellas (na'arah) a partir de esa edad podían desposarse. El matrimonio judío tenía dos momentos, desposorio y matrimonio propiamente dicho: el primero era celebrado en la casa de la novia y traía consigo acuerdos y obligaciones, aunque la vida en común era posterior. Si la novia no había estado casada antes se esperaba un año después del desposorio para llegar a la segunda parte, el matrimonio propiamente dicho, donde el novio llevaba solemnemente a la novia desde la casa de sus padres a la de él.

Anunciación

Imagen de la Virgen utilizada para veneración y procesión.
La presencia de María en los relatos bíblicos comienza con la narración de la aparición del Arcángel Gabriel a María, según lo relata el evangelista Lucas en 1:26 al 28:
"Y al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre que se llamaba José, de los descendientes de David; y el nombre de la virgen era María. Y entrando el ángel, le dijo: ¡Salve, llena de gracia! (Gracia Plena) El Señor está contigo; bendita eres tú entre las mujeres."
Lucas puso empeño en anotar las reacciones de María ante las revelaciones divinas que se irán sucediendo: su turbación y su dificultad, al igual que posteriormente mostraría su asombro ante el oráculo de Simeón y su incomprensión de la palabra de Jesús en el templo. En presencia de un misterio que rebasa su inteligencia, reflexiona sobre el mensaje (Lucas 1:29; Lucas 2:33), piensa sin cesar en el acontecimiento y lo guarda en su corazón[

La visita a Isabel

María, ya embarazada, visita luego a su prima Isabel, ya que el ángel Gabriel le había anunciado que también ella, aunque ya anciana, estaba encinta, señal de que para Dios no hay imposibles. Viaja María a una población de la montaña de Judea, que actualmente se conoce como la ciudad de Aim Karim situada a seis kilómetros y medio al oeste de Jerusalén.
Al llegar María, los evangelios narran que el niño que tenía Isabel en su vientre dio un salto, que fue interpretado como de alegría. Isabel reconoce luego a María como la "Madre de su Señor" y la alaba. María responde a Isabel con un canto de alabanza, ahora llamado "Magnificat", inspirado en el cántico de Ana, en varios salmos y en otros pasajes del Antiguo Testamento que, seguramente, eran del conocimiento de María. El "Magnificat" incluye una profecía: "Todas las generaciones me llamarán bienaventurada". La "Anunciación" y el "Magnificat" son, sin dudas, los dos pasajes de los evangelios canónicos en que María explicita verbalmente con más detalle su pensamiento, que no es otro que un anticipo de la misma vida y mensaje de Jesús (ver artículos asociados).

Nacimiento de Jesús

Pierre Mignard, La vierge aux raisins
Lucas narra el nacimiento de Jesús señalando las circunstancias del suceso. Ante un edicto de César AugustoNazaret en Galilea hacia Belén en Judea. Estando en Belén, llegó la hora de dar a luz y María no tiene un lugar para hospedarse mientras que Jose buscaba posada, todas ellas estaban llenas por el censo que mando hacer César Augusto, a esto el único lugar disponible es un pesebre del cual les sirvió de refugio para el nacimiento de Jesús. que ordenaba un censo, José y María viajan desde

María durante el ministerio público de Jesús

Durante el ministerio público de Jesús, María aparece mencionada en los Evangelios como "su madre", una situación especial que no pertenece a ningún otro miembro de la comunidad. «Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron, exclamó una voz entre la muchedumbre, y siguen ahora exclamando los cristianos. Como se señalará más adelante, se suele poner particular relieve en la virginidad de María, en su concepción inmaculada o, sobre todo, en su maternidad divina. Jesús respondió: «Dichosos más bien los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen». Cristo no dice, no puede decir que haya otros seres más dichosos que su madre. Lo que sí afirma es que la razón principal de la bienaventuranza de María consiste, no sólo en haber concebido al Hijo de Dios, sino en haber escuchado su palabra y haberla puesto en práctica, en haber creído en él, de la misma forma que lo había señalado antes Isabel: "Feliz de ti por haber creído".
En el evangelio según san Juan, toda la vida pública de Jesús está encuadrada por los dos únicos pasajes en los que aparece su Madre, y que son propios de este evangelio. Se trata de las "bodas de Caná" [26] y la "muerte del Señor" , que forman parte del inicio y del final del ministerio público de Jesús
Las bodas de Caná tienen lugar cuando, según lo expresa Jesús, todavía no ha llegado "su Hora". Sin embargo, y a pedido de María, Jesús realiza su primer signo, para que sus discípulos crean en él. María reaparece al llegar "la Hora", que no es otra que la de la glorificación de Jesús, su muerte y resurrección. En la cruz, es Jesús el que llama a su Madre. Como en Caná, María es llamada por Jesús “Mujer”, y le encomienda que sea “Madre” del discípulo amado que está con ella junto a la cruz.
María adquiere un valor simbólico porque en ese momento pasa, en la figura del discípulo amado, a ser la madre de los discípulos de Cristo. Se la llama "Mujer", y esta palabra hace alusión a la primera mujer del comienzo del Génesis, "Eva, madre de todos los vivientes". Muchos Santos Padres (San Jerónimo, San Agustín, San Cirilo, San Juan Crisóstomo, San Juan Damasceno) señalan al respecto que "si la muerte vino por Eva, la vida vino por María". Ahora que comienza una nueva creación, hay una nueva "Mujer" que es la Madre de la Iglesia, madre de todos los que viven. Las teologías católica y ortodoxa destacan que, en virtud de esos dos pasajes, son discípulos del Señor aquéllos que –tal como pide María– hacen lo que Él dice, que permanecen al pie de la cruz del crucificado junto a María y los que la reciben como madre propia, al igual que hizo el "discípulo amado" Otras interpretaciones se discuten más adelante (ver sección “Cuestiones Teológicas”).

María en el Cristianismo

La imágen más antigua conocida de María, sosteniendo a Jesús niño. Datada del siglo II, Catacumbas de Priscila, Roma.
A pesar de ser una figura con pocas (aunque muy importantes) menciones en los evangelios, con el paso de los siglos, la atención sobre la persona de María se acrecentó de forma notable. En el siglo II, San Ireneo de Lyon denominaba a María “nuestra más eminente abogada” y su figura aparecía representada en las catacumbas de Priscila en Roma. También en el siglo II, se decía de Ella: “Y en Ti, hasta el último día, el Señor hará ver la redención por Él concedida a los hijos de Israel.” (Protoevangelio de Santiago) De modo que llegaron a surgir en las reflexiones sobre ella todo tipo de virtudes y cualidades. Sin embargo, se debe mencionar que en los orígenes del cristianismo, es decir, en el Siglo I, y en el Nuevo Testamento, no existen demasiados indicios acerca de María. Cabe mencionar que algunos ven en la veneración a María similitudes con la veneración de mujeres en otras culturas paganas.

María en las iglesias católica, ortodoxa y copta

Como la doctrina de la Trinidad considera a Jesús una de las personas divinas (Padre, Hijo y Espíritu Santo), se le da a María el título de theotokos, 'Madre de Dios'. Isabel había dicho: «¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!» (Lc 1,45). Aquí "el Señor" es indudablemente Dios. Por lo tanto cuando a continuación la llama: "la madre de mi Señor", la referencia es muy clara: la consideraba 'Madre de Dios'.
Según la teología ortodoxa y también católica, es correcto denominarla de esta forma pues Jesús unía en una misma persona dos naturalezas (la humana y la divina), y cuando se habla de María como Madre de Dios se refiere a María como madre de Jesús en toda su persona. La ortodoxia encuentra correcto el referirse a María como Hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo, y Esposa del Espíritu Santo. Su razonamiento lógico es el siguiente; "Si Jesús es Dios y María es madre de Jesús, entonces María es Madre de Dios". La encarnación significa que en un instante la segunda Persona de la Trinidad, el Verbo, de naturaleza divina, asumió plenamente la naturaleza humana -sin menoscabo de su condición divina- al ser concebido milagrosamente en María. Como fue instantánea y esencial, María en ese momento empezó a ser madre de Jesús: hombre-Dios.
Para los cristianos y, con mayor énfasis, en la teología católica, ortodoxa y anglicana, se ponen de manifiesto un conjunto de "paradojas marianas" que sólo pueden ser contempladas en el marco de la fe, ya que forman parte del "misterio mismo de Dios, que quiso hacerse niño". Esas paradojas fueron recopiladas por Castán Lacoma, y hacen referencia a las gracias extraordinarias de las que fue depositaria María, en orden a su maternidad. Por ser la madre de Cristo –considerado el Verbo encarnado, Dios mismo–, María es:
  • la que "dio el ser al creador de todo",
  • la que "engendró al mismo que la había creado a ella",
  • la que existía antes que Dios... se encarnara,
  • la que encerró en su seno al Inmenso e Infinito,
  • aquella que encerró en sus entrañas a quien no cabe en todo el mundo,
  • la que sostuvo en sus brazos al que todo lo sustenta,
  • la que tuvo obligación de ejercer vigilancia materna sobre el que todo lo ve,
  • la que tuvo a su cuidado al Dios que cuida de todos,
  • la que tocó los confines de quien no tiene fin.
En la iglesia ortodoxa también existe la creencia de la "Santísima dormición de la Virgen María"; en Jerusalén se encuentra la benedictina Abadía de Hagia Maria o de la Dormición, en cuya cripta se dice descendió María y fue dormida antes de su asunción al cielo. Por otro lado también se cree lo dicho por los padres de la Iglesia desde San Melitón de Sardes en el siglo II después de Cristo de que María fue coronada en el cielo después de su asunción, basándose esto en el relato del libro del Apocalipsis en el capítulo 12. En la iglesia católica, la Coronación de María es el 5to. Misterio glorioso del Rosario.


Asunción de la Virgen María, por Annibale Carracis. Roma, Iglesia de Santa Maria del Popolo.


Cuestiones teológicas

Mientras la Reforma disminuía la posición de María, en el catolicismo ésta seguía creciendo. El pasaje del evangelio según San Juan 19:27 ha dado lugar a interpretaciones que aún hoy no concuerdan: Muchas versiones traducen: “Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su propia casa”. Mientras que Reina Valera traduce: “Y desde aquella hora el discípulo la recibió consigo”.
Según el catolicismo, la diferencia de lo que se transmite no es menor, ya que "para Jesús era el momento más trascendental de toda su existencia terrenal". Para saber si estaba dejando a su madre al cuidado de su amado discípulo Juan, es conveniente verificar el texto original (griego):
καὶ ἀπ’ ἐκείνης τῆς ὥρας [y desde aquella hora]
ἔλαβεν ὁ μαθητὴς αὐτὴν εἰς τὰ ἴδια [(aquél discípulo la tomó a su propiedad)]
En cualquier caso se traduce al español como: “y desde aquella hora el discípulo la tomó como propia” (es decir, como su propia madre)
(Nótese que la palabra ‘casa’ no está explícita en el texto griego... por lo cual dichas frases del evangelio indican que María quedaba como Madre de los seguidores de Jesús)
En 1854, se produjo la proclamación, por parte del Papa Pío IX del dogma de la Inmaculada Concepción: María fue liberada del pecado original en su propia concepción, de manera que vivió una vida completamente sin pecado, cuestión que tampoco es aceptada por los protestantes. Por tanto, la Iglesia Católica considera dogma de Fe que "la Santísima Virgen, en el primer instante de su concepción, por singular gracia y privilegio concedido por Dios omnipotente, en previsión de los méritos de Jesucristo Salvador del género humano, fue preservada inmune de toda mancha de pecado original"
Por medio de la Constitución Apostolica "Munificentíssimus Deus" del Papa Pío XII proclamó el dogma de la Asunción de la Virgen el 1 de noviembre de 1950: "Después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces y de invocar la luz del Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios omnipotente, que otorgó a la Virgen María su peculiar benevolencia; para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte; para aumentar la gloria de la misma augusta Madre y para gozo y alegría de toda la Iglesia, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado que La Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo". Al definir este dogma, Pío XII no hizo más que definir solemnemente lo que los fieles siempre habían creído, es decir, la "necesidad" de que la carne de la Mujer que había dado carne al Hijo de Dios escapara a la corrupción de la carne. Las confesiones protestantes niegan esta proposición.

 Apariciones de María

Véase también: Aparición mariana
Nuestra Señora de Guadalupe (siglo XVI) Basílica de Guadalupe, México.
Según la Iglesia Católica, la iglesia ortodoxa y la Iglesia Copta, es posible que María y los santos puedan comunicarse privadamente con los hombres. Los mensajes revelados a los videntes son consideradas por la Iglesia como revelaciones privadas (mensajes que pueden ayudar a la salvación). Sin embargo, aunque la Iglesia Católica llegue a aprobar una aparición como auténtica manifestación sobrenatural y diga que los mensajes están de acuerdo con la doctrina y tradición cristiana, estas revelaciones no son consideradas como una verdad de fe, lo que deja en libertad a los creyentes de aceptarlas o no. Las apariciones de María son indicadas en la teología católica con el término Mariofanías.
La historia del catolicismo recuerda numerosas apariciones, de las cuales sólo algunas han sido aprobadas oficialmente. Entre las más conocidas podemos citar: Guadalupe (México, 1531), Lourdes (Francia, 1858), Fátima (Portugal, 1917); la que se refiere a Medjugorje (1981) todavía era objeto de estudio (en 2010) por parte de las autoridades católicas.
Pero esto no ha ocurrido solo en el catolicismo. Durante la historia de casi todos los países de cristianidad ortodoxa tales apariciones se manifestaron en gran número con la construcción de santuarios dedicados al evento en donde tuvo lugar. Algunas de esas apriciones se reflejaron en los calendarios litúrgicos de las iglesias ortodoxas (p.ej., véase Protección de la Madre de Dios). En los últimos años se han producido diversas apariciones marianas en Egipto, algo que la Iglesia Copta interpreta como una consolación en tiempos de persecución. Ha habído varias apariciones como la del Zeitún en 1968, Asiut en 2000, y más recientemente en el barrio cariota de El Warrak en diciembre de 2009. La mayoría de estas apariciones tienen lugar en las cúpulas de iglesias coptas. Recientemente el Papa copto, Shenouda III aprobó tales apariciones como verdaderas manifestaciones de la Virgen María.[44][45]

Oraciones marianas

La oración mariana de más antigüedad conocida Sub tuum praesidium (Español: Bajo tu protección o amparo)
Texto griego Texto Latín Traducción

Ὑπὸ τὴν σὴν εὐσπλαγχνίαν,
καταφεύγομεν, Θεοτόκε.
Τὰς ἡμῶν ἱκεσίας,
μὴ παρίδῃς ἐν περιστάσει,
ἀλλ᾽ ἐκ κινδύνων λύτρωσαι ἡμᾶς,
μόνη Ἁγνή, μόνη εὐλογημένη.

Sub tuum praesidium confugimus,
sancta Dei Genitrix.
Nostras deprecationes ne despicias
in necessitatibus,
sed a periculis cunctis
libera nos semper,
Virgo gloriosa et benedicta

Bajo tu amparo nos acogemos,,
Santa Madre de Dios
no deseches las súplicas que te dirigimos
en nuestras necesidades;
antes bien, líbranos
siempre de todo peligro,
Oh Virgen gloriosa y bendita
Un papiro descubierto en Egipto data del siglo III (publicado por Roberts en Manchester en 1938, su original se mantiene en la Biblioteca Universitaria John Rylands ) el papiro es conocido como Papiro Rylands 470 , contiene la muy conocida oración Sub Tuum Praesidium, cabe destacar la presencia del término TheotokosConcilio de Éfeso, se reconoció de forma solemne que este título era adecuado para la Virgen María, contra el parecer de Nestorio.. Esta oración es una plegaria confiada en la protección e intercesión de la Madre de Dios para que nos libre de todos los peligros y está considerada como la oración mariana más antigua. La razón de dicha confianza está clara, los primeros cristianos vieron en María a «la llena de gracia», la «bendita entre todas las mujeres». (en este caso, Theotoke, en vocativo), es decir, “Madre de Dios”. Dos siglos después, en el
La Iglesia Católica enseña que existen diversas oraciones marianas para venerar o pedir la intercesión de María, entre ellas se encuentran el Ave María, el Angelus, el Regina Coeli (que se reza en el tiempo litúrgicoPascua en lugar del Angelus), la Salve y también Bendita Sea tu pureza: de
Bendita Sea Tu Pureza
Bendita sea tu purezay eternamente lo sea,pues todo un Dios se recreaen tan graciosa belleza.A Ti Celestial Princesa,Oh, Virgen Sagrada María,Yo te ofrezco en este día,alma, vida y corazón.Mírame con compasión,no me dejes Madre Mía. Amén.
También es conocida la oración llamada La Salve:
"Salve, Reina y madre de misericordia, vida dulzura y esperanza nuestra. Salve. A ti clamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suplicamos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea pues señora abogada nuestra, vuelve hacia nosotros esos tus ojos misericordiosos y después de este destierro muestranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre, oh clemente, oh piadosa, oh dulce siempre virgen María. Ruega por nosotros santa Madre de Dios para que seamos dignos de alcanzar y gozar las gracias de nuestro Señor Jesucristo. Amén."

María en la Reforma protestante

La Reforma protestante se aleja de la veneración de María. El protestantismo acepta la concepción milagrosa de Jesús por obra del Espíritu Santo como una verdad bíblica, pero además, cuando las Escrituras se refieren a los "hermanos de Jesús", o cuando el apóstol Pablo escribe "Santiago el Menor, el hermano del Señor", lo interpretan literalmente, por lo que niegan la virginidad perpetua de María (así como interpretan en ese mismo sentido el texto de Mateo 13:55-56). Su razonamiento es que en aquella época no tener hijos era una afrenta y ninguna mujer deseaba ser vista como estéril, lo que más anhelaban era tener un hijo y ofrecerlo a Dios.


Sin embargo, el iniciador de este movimiento, Martín Lutero, dijo entre otras cosas:
María es la Madre de Jesús y Madre de todos nosotros aunque Cristo solamente fue quien reposó en su regazo... Si Él es nuestro, debieramos estar en su lugar; ya que donde Él está debemos estar también nosotros y todo lo que Él tiene debe ser nuestro, y su madre es también nuestra madre.
Sermón, Navidad, 1529
(Ella es) la mujer más encumbrada y la joya más noble de la cristiandad después de Cristo... ella es la nobleza, sabiduría y santidad personificadas. Nunca podremos honrarla lo suficiente. Aún cuando ese honor y alabanza debe serle dado en un modo que no falte a Cristo ni a las Escrituras.
Sermón, Navidad 1531
Sobre la Maternidad Divina:
... ella con justicia es llamada no solo madre del hombre, sino también la Madre de Dios... es cierto que María es la Madre del real y verdadero Dios".
Ref: Sermon on John 14. 16: Luther‘s Works (St. Louis, ed. Jaroslav, Pelican, Concordia. vol. 24. p. 107)
Sobre la Inmaculada Concepción:
Es dulce y piadoso creer que la infusión del alma de María se efectuó sin pecado original, de modo que en la mismísima infusión de su alma ella fue también purificada del pecado original y adornada con los dones de Dios, recibiendo un alma pura infundida por Dios; de modo que, desde el primer momento que ella comenzó a vivir fue libre de todo pecado.
Sermón: "Sobre el día de la Concepción de la Madre de Dios", 1527.
Y sobre la virginidad perpetua de María:
Cristo... fue el único Hijo de María, y la Virgen María no tuvo otros hijos aparte de Él... Me inclino a aceptar a quienes declaran que los "hermanos" realmente significan "primos" aquí ya que el escritor sagrado y los judíos en general siempre llamaban hermanos a los primos.
Luther‘s Works, eds. Jaroslav Pelikan (vols. 1-30) & Helmut T. Lehmann (vols. 31-55), St. Louis: Concordia Pub. House (vols. 1-30); Philadelphia: Fortress Press (vols. 31-55), 1955, v.22:23 , v.22:214-15 / Sermons on John, chaps. 1-4 (1539)
Otra importante figura del Protestantismo, Juan Calvino, escribió sobre este punto:
Helvidius mostró excesiva ignorancia al concluir que María debe haber tenido muchos hijos porque el término "hermanos" de Cristo es mencionado varias veces"
Harmony of Matthew, Mark & Luke, sec. 39 (Geneva, 1562), vol. 2 / From Calvin's Commentaries, tr. William Pringle, Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1949, p.215; on Matthew 13:55
(Sobre Mateo 1,25): La deducción que él [Helvidius] hizo, de que María no permaneció virgen más que hasta su primer parto, y que después tuvo otros hijos de su esposo... Ninguna justa y sólidamente fundada inferencia puede ser lograda a partir de esas palabras... como que tomara lugar después del nacimiento de Cristo. El es llamado el "Primogénito"; pero por el solo propósito de informarnos que nació de una virgen... lo que ocurrió después no nos es informado por los historiadores... nadie podrá sostener este argumento obstinadamente, excepto por un extremo apego a las disputas.
Pringle, ibid., vol. I, p. 107
Como se dice al comienzo de la sección, los continuadores del movimiento se han apartado de la idea de sus iniciadores -coincidente con la de la Iglesia Católica- sobre estos puntos.
Hay que recordar que los hebreos vivían bajo la cultura de “clan” (Lev. 25:10), por lo tanto sólo solían distinguir entre parientes cercanos (en griego: adelphe –traducido al español como hermanos-) y parientes en general (en griego: suggens –es decir: parentela-). Y en relación con la palabra traducida como hermano, es sabido que entre los hebreos tenía una aplicación muy amplia, por ejemplo:
"Cuando Tobías oyó decir esto a Rafael y supo que Sara era hermana suya, de la misma descendencia que la familia de su padre, la amó intensamente y se enamoró de ella." (Tobías 6:19)
La Biblia afirma que Abraham era tío de Lot (Gén. 11:27; 12:5); no obstante a Lot y Abraham más de una vez se los denomina “hermanos” (Gén. 13:8; 14:14,16). También Labán llama “hermano” a Jacob, el cual para nuestra terminología actual sería su “sobrino” (Gen 29:15). Así se comprende entonces que Asaía tuviera “doscientos veinte hermanos” (1ª Cró 15:6)

María en la Iglesia Anglicana

Aunque la figura de María ha estado presente en la Iglesia Anglicana desde sus inicios, en el año 2005 se produjo un acercamiento teológico profundo de la Iglesia Anglicana a la figura de María. Este acercamiento se expresó en un documento publicado por la ARCIC (Comisión Internacional Anglicano-Católica) llamado "María: Gracia y Esperanza en Cristo" publicada el 16 de mayo del año 2005 la cual es la primera declaración conjunta anglicano-católica sobre el papel de la Virgen María en la doctrina y la vida de la Iglesia. Aunque no es un texto declaratorio, se ofrece a la iglesias para su estudio y evaluación. Una de las conclusiones del documento es que "es imposible ser fieles a las Escrituras sin prestar la atención debida a María".
Profundizando el acercamiento anterior, el 24 de septiembre de 2008, el Arzobispo de Canterbury y primado de la Comunión Anglicana Rowan Williams peregrinó al Santuario de Nuestra Señora de Lourdes para honrar a la Inmaculada Concepción, predicando ante 20.000 personas en la Eucaristía Internacional.

María en el Islam

Virgen María y Jesús. Miniatura persa antigua.
En el Islam se llama Maryam bint ʿImran (مريم بنت عمران), esto es, María hija de ʿImran (Joaquín en la Biblia), y de Hannā (حنـّا Ana), o también Maryam bint Dāwud (María hija de David), por proceder del linaje del rey David según la tradición. Es considerada ejemplo de mujer virtuosa y tiene tanta relevancia como su hijo Jesús (ʿIsà عسى), a cuyo nombre se añade casi siempre el laqab o filiación "ibn Maryam" (بن مريم), esto es, "hijo de María". A María está dedicada una de las azoras o capítulos del Corán, la que lleva por título آل عمران Āl ʿImrān, esto es, la familia de Imran.
Según el Corán; la madre de María, esperaba tener un hijo varón a quien dedicar al servicio del Templo, siguiendo la tradición familiar. Dio a luz a una niña, en quien sin embargo se cumpliría la tradición, pues fue asignada al servicio sagrado. Fue confiada a la tutela del profeta Zacarías (necesariamente un personaje distinto al Zacarías bíblico), quien se sorprendía, al visitar a su ahijada en el oratorio en el que ésta se encontraba retirada, de que siempre contara con alimentos que le eran enviados por Dios.
Como en la tradición cristiana, a María le fue anunciada la concepción sobrenatural de Jesús por un ángel. El Corán insiste, sin embargo, en que aunque tuvo un hijo por voluntad de Dios sin la intervención de un varón, Jesús no era en modo alguno un hijo del ser supremo. En el Corán no existe José: María dio a luz sola en el desierto, al que se había retirado con este propósito y en el que se alimentaba de dátiles y del agua de un riachuelo colocados allí por Dios. El hijo, por su parte, tiene en el Islam la consideración de profeta o enviado de Dios (véase el epígrafe "Jesús en el Islam" en Jesús de Nazaret).
María tiene en el Islam la envergadura espiritual de un profeta, sin serlo. En el Corán, el mayor error de los judíos en lo que a Jesús y María se refiere no es, como asumen los cristianos, el supuesto hecho de haber matado al hijo (cosa que, por otra parte, la tradición islámica niega que hicieran), sino el hecho de haber menospreciado y dudado de la virtud de la madre.
Una tradición atribuye a Mahoma el dicho de que cinco son las mujeres más destacadas ante Dios: Asia, esposa del faraón, que cuidó de Moisés, y que creía en la palabra eterna de Dios pese a la opresión de su esposo y de su entorno; María, la madre de Jesús; Jadiya, la primera esposa de Mahoma, que fue la primera creyente y lo apoyó en las épocas más difíciles de adversidad, su otra esposa Aisha, y Fátima, su hija menor y madre de sus nietos, los imanes Hasan y Husain.

domingo, 13 de febrero de 2011

12 de Febrero San Benigno de Todi.

En Todi, ciudad de la Umbría, san Benigno, presbítero y mártir. Benigno pertenece a la innumerable multitud de víctimas de la última cruenta persecución anticristiana de Diocleciano y Maximiano, al comienzo del siglo IV. Los datos de este Santo son muy escasos. Se sabe que nació y vivió en Todi (Italia), en donde fue ordenado sacerdote por su bondad y rectitud. Soportó valientemente la tortura y la muerte, y fue enterrado por manos piadosas a la orilla de un camino, en donde después se construyó un monasterio benedictino.

Vida y milagros de San Benigno de Todi.


Benigno pertenece a la innumerable multitud de víctimas de la última cruenta persecución anticristiana de Diocleciano y Maximiano, al comienzo del siglo IV. Los datos de este Santo son muy escasos. Se sabe que nació y vivió en Todi (Italia), en donde fue ordenado sacerdote por su bondad y rectitud. Soportó valientemente la tortura y la muerte, y fue enterrado por manos piadosas a la orilla de un camino, en donde después se construyó un monasterio benedictino.

En 1904 se colocaron sus reliquias en el altar mayor de la iglesia de San Silvestre. El culto de este Santo no se ha difundido mucho; casi se lo recuerda sólo en Todi, su pueblo natal.

sábado, 12 de febrero de 2011

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HISTORIA .12 DE FEBRERO SANTA EULALIA VIRGEN Y MARTIR

Santa Eulalia, virgen y mártir. Nació en Sarriá, en tiempos del emperador Diocleciano, donde estaba prohibido que los cristianos den culto a Jesucristo; Eulalia disgustada ante tal injusticia decide enfrentar al gobierno. Cuando contaba con 14 años, se presenta ante el gobernador Daciano y le increpó por su intolerancia y tiranismo. Este manda torturarla y crucificarla. Patrona de Barcelona. Sus reliquias están en Barcelona, lugar donde se la venera especialmente.
Su Santo se celebra el 12 de febrero y es muy famosa en España.

Santa Eulaliade Mérida, virgen y mártir. Nació en la ciudad de Mérida, aunque no sabemos exactamente la fecha de su nacimiento, podemos asegurar que su vida transcurrió durante las persecuciones a los cristianos por parte del emperador Diocleciano, aproximadamente en el año 304. Cuando contaba 12 años se separo de sus padres para presentarse ante el tribunal y declarar su fe cristiana. Aunque trataron de disuadirla, la niña valientemente se mantuvo firme en sus creencias. Fue castigada a sufrir el tormento del hierro candente, su leyenda se hizo celebre, llegando hasta Hispania y norte de África; la encontramos representada en los mosaicos de San Apollinare en Rabean. Se levanto una Basílica en el lugar de su martirio (al norte de la ciudad de Mérida), se hizo famosa en toda Hispania y el norte de África; sus reliquias se encuentran en la Catedral de Oviedo y han sido lugar de peregrinación.

Su santo se celebra el 10 de diciembre.

viernes, 11 de febrero de 2011

ENSAYO "CORO SANTA LUCIA" TODOS LOS SABADOS DE 18:30 A 20:00HS LUEGO SANTA MISA 20:30HS

11 de Febrero dia de Nuestra Señora de Lourdes

El 11 de febrero de 1858, en la villa francesa de Lourdes, a orilla del río Gave, Nuestra Madre, Santa María manifestó de manera directa y cercana su profundo amor hacia nosotros, apareciéndose ante una niña de 14 años, llamada Bernadette (Bernardita) Soubirous.
La historia de la aparición empieza cuando Bernardita, quien nació el 7 de enero de 1844, salió, junto a dos amigas, en búsqueda de leña en la Roca de Masabielle. Para ello, tenía que atravesar un pequeño río, pero como Bernardita sufría de asma, no podía meter los pies en agua fría, y las aguas de aquel riachuelo estaban muy heladas. Por eso ella se quedó a un lado del río, mientras las dos compañeras iban a buscar la leña.
Fue en ese momento, que Bernardita experimenta el encuentro con Nuestra Madre, experiencia que sellaría toda su vida, "sentí como un fuerte viento que me obligó a levantar la cabeza. Volví a mirar y vi que las ramas de espinas que rodeaban la gruta de la roca de Masabielle se estaban moviendo. En ese momento apareció en la gruta una bellísima Señora, tan hermosa, que cuando se le ha visto una vez, uno querría morirse con tal de lograr volverla a ver".
"Ella venía toda vestida de blanco, con un cinturón azul, un rosario entre sus dedos y una rosa dorada en cada pie. Me saludó inclinando la cabeza. Yo, creyendo que estaba soñando, me restregué los ojos; pero levantando la vista vi de nuevo a la hermosa Señora que me sonreía y me hacía señas de que me acercara. Pero yo no me atrevía. No es que tuviera miedo, porque cuando uno tiene miedo huye, y yo me hubiera quedado allí mirándola toda la vida. Entonces se me ocurrió rezar y saqué el rosario. Me arrodillé. Vi que la Señora se santiguaba al mismo tiempo que yo lo hacía. Mientras iba pasando las cuentas de la camándula Ella escuchaba las Avemarías sin decir nada, pero pasando también por sus manos las cuentas del rosario. Y cuando yo decía el Gloria al Padre, Ella lo decía también, inclinando un poco la cabeza. Terminando el rosario, me sonrió otra vez y retrocediendo hacia las sombras de la gruta, desapareció".
A los pocos día, la Virgen vuelve a aparecer ante Bernardita en la misma gruta. Sin embargo, al enterarse su madre se disgustó mucho creyendo que su hija estaba inventando cuentos -aunque la verdad es que Bernardita no decía mentiras-, al mismo tiempo algunos pensaban que se trataba de un alma del purgatorio, y a Bernardita le fue prohibido volver a la roca y a la gruta de Masabielle.
A pesar de la prohibición, muchos amigos de Bernardita le pedía que vuelva a la gruta; ante ello, su mamá le dijo que consultara con su padre. El señor Soubiruos, después de pensar y dudar, le permitió volver el 18 de febrero.
Esta vez, Bernardita fue acompañada por varias personas, que con rosarios y agua bendita esperaban aclarar y confirmar lo narrado. Al llegar todos los presentes comenzaron a rezar el rosario; es en ese momento que Nuestra Madre se aparece por tercera vez. Bernardita narra así esta aparición: "Cuando estábamos rezando el tercer misterio, la misma Señora vestida de blanco se hizo presente como la vez anterior. Yo exclamé: 'Ahí está'. Pero los demás no la veían. Entonces una vecina me acercó el agua bendita y yo lancé unas gotas de dicha agua hacia la visión. La Señora se sonrió e hizo la señal de la cruz. Yo le dije: 'Si vienes de parte de Dios, acércate'. Ella dio un paso hacia delante".
Luego, la Virgen le dijo a Bernadette: "Ven aquí durante quince días seguidos". La niña le prometió hacerlo y la Señora le expresó "Yo te prometo que serás muy feliz, no en este mundo, sino en el otro".
Luego de este intenso momento que cubrió a todos los presentes, la noticia de las apariciones se corrió por toda el pueblo, y muchos acudían a la gruta creyendo en el suceso, aunque otros se burlaban.
Entre el 11 de febrero y el 16 de julio de 1858 hubo 18 apariciones. Éstas se caracterizaron por la sobriedad de las palabras de la Virgen, y por la aparición de una fuente de agua que brotó inesperadamente junto al lugar de las apariciones y que desde entonces es un lugar de referencia de innumerables milagros constatados por hombres de ciencia